Anteayer, 19 de diciembre, realizamos un piquete ante la sede de Greenpeace para denunciar la represión sindical que la ONG utiliza contra lxs trabajadorxs que se atreven a alzar la voz y luchar contra la explotación a la que someten a sus trabajadorxs más precarixs: lxs captadorxs de soci@s.
Greenpeace ha despedido a dos trabajdorxs por oponerse a los inalcanzables objetivos que se imponen a lxs captadorxs de soci@s y a la externalización de la captación, que se traduce en unas condiciones de trabajo aún más precarias para lxs captadorxs.
Así, mientras de puertas para afuera la ONG “ecologista” denuncia el mito del crecimiento ilimitado y apela a la “protección de las personas ante posibles represalias y vulneración de sus derechos”, de puertas para adentro busca, como cualquier otra empresa, el crecimiento económico año tras año aún a costa de la salud mental de sus trabajadrxs y no duda en utilizar la represión frente a quien señala sus malas prácticas y exige unas condiciones dignas de trabajo.
Este piquete es el primero que se ha realizado pero no será el último, ya que pese a los intentos de diálogo del Sindicato, Greenpeace se ha negado a readmitir a nuestrxs compañerxs y nosotrxs, a diferencia de ellxs, sí que conocemos la fuerza de la solidaridad como herramienta de lucha para lograr el cambio que queremos por nosotrxs mismxs, sin intermediarixs.