El pasado jueves, los miembros del sindicato de Enseñanza de la CNT de Madrid tuvimos una jornada muy ajetreada. Ya el día anterior algunos de nosotros nos juntamos en el local de Tirso de Molina para realizar la pancarta en apoyo a la huelga de estibadores. El mismo jueves por la mañana nos vimos en el local para a continuación dirigirnos a la sede de Médicos sin Fronteras para hacer un piquete por las irregularidades en la contratación de esta ONG, que, entre muchas otras prácticas ilegales o irregulares, ha rechazado realizar un contrato indefinido a dos afiliados de CNT de Santiago de Compostela por ser extranjeros.
A continuación, nos dirigimos a pie a la manifestación de estudiantes, que tuvo lugar desde Atocha hasta Sol, para repartir panfletos.
Por la tarde, nos volvimos a encontrar en el local para coger la pancarta y algunas banderas y dirigirnos hasta Cibeles, donde comenzó la manifestación. De nuevo, repartimos panfletos en los que se destacaba el papel de la CNT en el logro de mejoras laborales en el pasado, como fue el caso de la huelga de La Canadiense en 1919 en Barcelona, que fue instrumental en el logro de la jornada de ocho horas de trabajo, y en el que se destacaba que, a pesar de que esta huelga no partía de ninguna asamblea, era una buena ocasión para luchar por una escuela libre y autogestionada, con el lema: «Llevamos otra escuela en nuestros corazones»