Desde la CNT de Alicante nos llegó la noticia de que el juicio por el despido de nuestra compañera Ana había resultado favorable y se condena a Cruz Roja a indemnizar o readmitir a Ana.
Por ello, el pasado miércoles 1 de junio nos acercamos a la sede de Cruz Roja en Madrid para que sus directivos se enteren de que lo justo en este caso es readmitir a Ana y que desde la CNT vamos a seguir luchando hasta conseguir que la compañera recupere su puesto de trabajo.
Además, informamos a la plantilla y viandantes repartiendo octavillas con el siguiente texto:
Organizarse sirve, luchando ganas.
Volvemos aquí a informaros del conflicto que nuestra compañera Ana mantiene con Cruz Roja. La última vez que vinimos estábamos esperando el juicio sobre su despido, despido formado sobre unas acusaciones surrealistas de las que no han podido presentar ni una sola prueba y que la empresa ha decidido llevar hasta el juicio, en vez de aceptar que no tiene razón y que debe readmitir a Ana.
El juicio se ha celebrado y el juez ha dado la razón a nuestra compañera: no hay motivos. No hay motivos para acusarla de absolutamente nada y el despido es improcedente. La empresa, Cruz Roja, aun teniendo la sentencia de un juez delante sigue sin aceptar que no tiene razón y ha recurrido la sentencia. Desde el sindicato, con la sentencia del juez delante y el respaldo de gran parte de la plantilla y toda nuestra afiliación, exigimos la readmisión de Ana en su puesto de trabajo.
Y aquí estamos de nuevo, pero esta vez queremos reflexionar sobre algunos puntos:
El primero es la necesidad de organizarse en estructuras que nos permitan defendernos ante este tipo de situaciones. Imaginemos que Ana no estuviera afiliada, sola ante un despido en el que la acusaban de actos que no podría imaginar y con el único apoyo de su familia. Con suerte tendría familia con nociones de derecho y podría luchar por el improcedente. Muy posiblemente se habría quedado en la calle, sin poder defenderse ante unas acusaciones de telenovela y ningún juez habría condenado a Cruz Roja a cumplir la ley. Su caso habría quedado en el archivo de su centro y en la conciencia de su coordinador. Nadie habría informado de su caso, ni en este centro ni en el de todos los centros en los que hemos hecho piquetes durante dos años seguidos. Por suerte no es así y aquí estamos, ejemplificando la utilidad de una organización a la que ahora acusan de criminal.
El segundo es la importancia de no quedarse de brazos cruzados, de luchar por aquello que consideras justicia, aunque para buscar ejemplos tengamos que volver a los mitos, aunque de olvidado parece que ha sido eliminado. Aquí estamos para recordarte que cada día seguimos luchando por un mundo que consideramos justo, que consideramos válido; contra un sistema que no considera a las personas si no como números, que calcula el sufrimiento en porcentajes y solo entiende de soluciones en ajustes, reajustes y cerrando fronteras.
Porque organizarse sirve, porque luchando ganas, por ello estamos aquí hoy. Luchamos y lucharemos por la readmisión de Ana. Y volveremos, volvemos hoy para recordaros que una persona organizada es peligrosa para tu jefe, para tu jefa; pero volveremos, volveremos más adelante para celebrar que ha sido readmitida, que tenemos razón y que nuestra lucha no es en vano.
Ningún despido sin respuesta.
Ana readmisión.