Hace 4 años nació la Sección Sindical de la CNT-AIT Madrid en la Fundación Plan International España. Hoy, tras cuatro años de lucha, anunciamos el fin del conflicto.
Nacimos para mejorar nuestras condiciones laborales y dignificar nuestros puestos de trabajo. Somos captadoras de socies, trabajamos en la calle sufriendo las inclemencias del tiempo y los abusos de poder de los que juegan con nuestros salarios desde los despachos.
Pronto aprendimos que la lucha es el único camino, que el diálogo con quienes juegan con nuestro pan y ven la solidaridad como una mercancía no era una opción. Y decidimos dar la batalla. Y vaya que sí la dimos… Con el primer piquete que hicimos logramos la readmisión inmediata de las compañeras despedidas en Andalucía, única y exclusivamente con acción directa.
Aquella primera victoria nos valió el despido de nuestra delegada sindical en julio de 2019. Pero eso no consiguió amedrentarnos, si no todo lo contrario, y en enero de 2020 nuestra compañera era readmitida por sentencia judicial.
Como aquello no había funcionado, la Fundación decidió echarnos a todas las captadoras y externalizar la captación, con el consiguiente aumento de precariedad y explotación que eso supone. Estuvieron dispuestas a cargarse un departamento entero y decenas de puestos de trabajo sólo para deshacerse, sin éxito, de la CNT-AIT. Y nos tuvieron que volver a readmitir por tercera vez, que se dice pronto. Aunque esta vez la readmisión duró poco, unas semanas después de que saliera la sentencia del TSJ, Plan International volvía a despedirnos, en el caso de algunas era nuestro tercer despido en la misma empresa. Y volvimos a la carga, armadas de las únicas herramientas que han demostrado ser útiles para la clase trabajadora: solidaridad, autogestión, acción directa y apoyo mutuo.
Casi un año y medio después de aquel último despido, hemos alcanzado un acuerdo económico satisfactorio que nos permite poner fin al conflicto. No podemos decir la cifra exacta porque nos han hecho firmar un acuerdo de confidencialidad, solo podemos decir que la indemnización recibida es muy superior a la legal.
Mentiríamos si dijésemos que es la victoria que buscamos, no lo es. Aunque sabemos que esta era ahora la mejor opción de las que teníamos, para muchas de nosotras es una victoria amarga, pues después de 4 años de lucha y 3 readmisiones, no logramos mantener nuestros puestos de trabajo. Nos consuela saber que no se trata de un trabajo que tenga alguna utilidad para la sociedad, y que de hecho en última instancia siempre aspiramos a su desaparición junto con todos los trabajos, especialmente del sector terciario, que no sirven más que para hacer crecer el consumismo capitalista que aspira a convertirlo todo en mercancía. Además sabemos que todo lo que hemos vivido en estos cuatro años nos ayudará a pelear mejor en otros conflictos presentes y futuros.
Nos gustaría dedicar las últimas líneas de esta despedida a todos los sindicatos, compañeres y vecinas que han luchado codo a codo con nosotras, haciéndonos llegar su solidaridad aunque nos separasen miles de kilómetros. Gracias a todes y cada une de vosotres compas, por haber luchado por nuestros puestos de trabajo como si fuesen los vuestros, por demostrar con actos que, por mucho que ONGs y Fundaciones quieran vaciarla de contenido y venderla como mercancía, la solidaridad sigue siendo nuestra mejor arma para plantar cara a la explotación y los abusos de quienes se creen dueños de todo.
Gracias, porque no hubiésemos llegado hasta aquí sin vosotres. Os mandamos a todes un abrazo fraternal, sororo y libertario, especialmente a lxs compás de ULET y ZSP.
¡Nos vemos en las asambleas y en las calles!