No vamos a hacernos las sorprendidas por las formas de actuar de esta ONG para con sus trabajadoras, ya que, antes de los sucesos que vamos a contar, hemos conocido diferentes abusos de esta organización que no deja de demostrar su poco respeto por sus trabajadoras y su profunda hipocresía.
Hace unos meses salió a la luz un artículo en el Diario Público en el que se exponía la precariedad laboral en el sector de las ONG. En concreto, en el ámbito de la captación de socios. El artículo se acompañaba de unos vídeos en los que aparecían compañeras del Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT-AIT Madrid. Resulta que una de esas compañeras acababa de superar un proceso de selección para comenzar a trabajar en Médicos Sin Fronteras y se iba a incorporar en breve al trabajo.
Sin embargo, unas horas después de hacerse público el citado artículo, se ponen en contacto con nuestra compañera desde esta ONG para decirle que su contratación ya no es posible poniéndole como excusa que van a “promocionar” a alguien que ya forma parte de la organización. Cabe señalar que la contratación ya era inminente, pues después de haber superado distintas entrevistas y pruebas, ya se había facilitado el número de la seguridad social y demás formalidades.
Unos días después del suceso, desde el Sindicato nos pusimos en contacto con el responsable (o intermediario) de la no contratación de nuestra compañera. La conversación, lejos de lo que esperábamos, se tornó en esperpéntica cuando al decirle que intuíamos que habían tomado la decisión por el artículo publicado se nos contestó que no sabía nada del “vídeo”. ¿Vídeo? No le habíamos dicho nada de un vídeo (que lo había, como ya hemos mencionado) y él nos decía que no sabía nada del mismo… Para ahorrarle a esta persona la tentación de negarlo, le avisamos de que la llamada fue grabada por nuestra parte.
Médicos Sin Fronteras no quiere entre sus trabajadoras personas críticas y que hagan valer sus derechos laborales. Parece no importarles vulnerar un derecho tan básico y fundamental como la libertad de expresión.
Por nuestra parte, no nos resignamos y llevamos la cabeza alta criticando la hipocresía de este tipo de organizaciones y nos defenderemos de estas prácticas discriminatorias miserables.
¡Si nos tocan a una, nos tocan a todas!
¡Organizadas para luchar!