Los anarcosindicalistas nunca hemos sido partidarios del uso de los tribunales para la solución de los conflictos. Sabemos que tanto el uso de intermediarios, el arbitraje y los jueces, no lleva más que a domesticar las luchas y desinflar la conflictividad.
Sabemos que quien hace la ley, hace la trampa. Aun así, como sindicato no nos queda otra que recurrir a esta institución, cuando el que tenemos delante es, en este caso, una universidad que se vanagloria de su importancia y su prestigio.
Este sindicato denunció a la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) por encubrir un puesto de trabajo a través de una beca de formación de esta universidad. Y ya nos topamos con el gran escollo que significan este tipo de becas. No están reguladas por ningún organismo estatal, sino por el consejo de gobierno de la universidad. Es por tanto que, con este tipo de becas, la universidad puede hacer lo que quiera a través de su propio reglamento. Además, ya en el artículo 3 de su reglamento, se deja claro que la universidad no tiene compromiso alguno de contratación posterior. No aclara la UAH en ningún momento que la finalidad de la beca sea la de “formar”, aun siendo en esencia el objetivo de una beca en la universidad o de las FCT en la Formación Profesional, tanto en la misma entidad, como en cualquier otra empresa. El sector de los becarios es, además de un sector de precariedad, un sector olvidado por los sindicatos, dado que no dan votos en las elecciones sindicales y son ignorados por los comités de empresa.
En este caso nuestro compañero no realizaba ningún tipo de formación para su ingeniería, sino que realizaba labores administrativas en uno de los departamentos de dicha universidad. Podemos pensar que uno se mete a estas cosas porque quiere y que “ya sabes lo que hay”, pero las cosas no son así cuando tienes que comer y, sobre todo, formarte en el área de estudios escogida para poder tener más posibilidades de éxito en el acceso al mercado laboral, en la profesión escogida.
En la resolución judicial, este sindicato ha demostrado que:
– La labor que ha estado realizando el compañero no tenía efecto formativo, sino “el contenido propio de una categoría profesional prevista en el convenio colectivo de aplicación”.
– Que se le debería atribuir una retribución superior al importe de la llamada “beca”.
– Que estas labores descargan las funciones de los funcionarios, y son esenciales para el funcionamiento de la universidad.
Pero aun así, y con todas las pruebas presentadas, la mayor parte desestimadas (acusándonos en el juicio de bloquear la justicia), ha ganado el “ya sabes lo que hay”, legitimando una vez más que las universidades públicas puedan explotar a estudiantes por un salario irrisorio, nulas garantías laborales y sindicales, y la dificultad añadida del acceso al mercado de trabajo.
Y no nos engañemos con sus tretas políticas de, es culpa de Esperanza Aguirre, Zapatero, Rajoy, Wert etc. La mercantilización de las universidades, es un hecho promocionado por los mismos rectores, además de las empresas y los políticos; y la introducción de la flexibilidad laboral en la administración pública con artimañas legales como las becas de formación, sin ningún tipo de regulación, es ya una patente desde hace unos años. Y ya es una realidad para los estudiantes de las universidades de la Comunidad de Madrid, el ser mano de obra barata a través del modelo de la beca para largos periodos de tiempo.
Es por ello que no vamos a agachar la cabeza y recurriremos la sentencia. Y animamos a todos los trabajadores en precario de las universidades a organizarse y enfrentarse a esta lacra de precariedad, sea en la UAH, como en cualquier otra universidad.
CONTRA LA PRECARIEDAD LABORAL
CONTRATACIÓN FIJA Y DIRECTA
